Nacional comenzó pisando muy fuerte en Brasil y mientras todo estuvo normal era no solo amo del partido sino dueño del resultado con el 1-0 parcial logrado por Miguel Borja.
Nacional comenzó pisando muy fuerte en Brasil y mientras todo estuvo normal era no solo amo del partido sino dueño del resultado con el 1-0 parcial logrado por Miguel Borja.
Tenencia, circulación, posesión y todo en arco contrario hacían pensar en una goleada épica en el Couto Pereira, pero llegó la adversidad, expulsaron a Nájera, se lesionó Bocanegra y los locales pudieron resucitar del letargo al que los sometió un visitante que mientras todo estuvo parejo, fue superior de arriba a abajo. Luego Nacional hizo lo que tiene que hacer un equipo con 10 hombres y obligó con su esquema a que Coritiba no hiciera lo que se hace contra un equipo con 10 hombres. Con actitud y temperamento apaciguó las armas del rival que solo despertaba a su tribuna con tiros de esquina.
Cómo ha mutado el fútbol brasilero, las principales alegrias de la hinchada local fueron los tiros de esquina, las pelotas trabadas a favor y la expulsión de Nájera. Antes era el jogo bonito. Un punto se lleva el verde a su casa y allí con su gente aspira a su undécima semifinal continental de la historia.