La delegación nacionalista ya está en el estadio Atanasio Girardot para diputar en pocos minutos la semifinal de la Copa sudamericana ante Cerro Porteño.
La sensación de querer avanzar a la última fase de otro torneo internacional es incomparable. Ansiedad, zozobra, unión, fe, fortaleza y deseos de empezar ya el compromiso, es lo que se vive a esta hora en el camerino de los nacionalistas.
La delegación nacionalista ya está en el estadio Atanasio Girardot para diputar en pocos minutos la semifinal de la Copa sudamericana ante Cerro Porteño.
La sensación de querer avanzar a la última fase de otro torneo internacional es incomparable. Ansiedad, zozobra, unión, fe, fortaleza y deseos de empezar ya el compromiso, es lo que se vive a esta hora en el camerino de los nacionalistas.
Solo resta esperar las últimas palabras del profesor Rueda Rivera y directivos, previo al encuentro que sobre las 7 y 45 de la noche rodará la esférica en el Coloso de la 74.