El estadio Atanasio Girardot se vistió de blanco para rendir homenaje a quienes se fueron campeones para el cielo. Entre aplausos, lágrimas y oraciones, los antioqueños se dieron cita en el estadio y sus alrededores para dar el último adiós a la familia chapecoense, periodistas y tripulantes fallecidos el pasado martes.
El estadio Atanasio Girardot se vistió de blanco para rendir homenaje a quienes se fueron campeones para el cielo. Entre aplausos, lágrimas y oraciones, los antioqueños se dieron cita en el estadio y sus alrededores para dar el último adiós a la familia chapecoense, periodistas y tripulantes fallecidos el pasado martes.
Los canticos a Chapecó hicieron estremecer a la capital antioqueña y diferentes partes del mundo honrando la memoria de un grupo de luchadores, soñadores y leyendas que perdurarán hasta la eternidad.
Agradecimiento absoluto a quienes se unieron al llamado universal, a quienes en una sola voz despidieron a los héroes que seguramente acompañan al Dios eterno de la vida.