Gracias a una fantástica actuación del equipo de Rueda, los nacionalistas volvieron a gritar campeón.
La máquina Verdolaga dictó cátedra en el Atanasio y clavó aún más alto su bandera.
En una noche en que debía confirmar su hegemonía, el verde supo ganar 5 a 1 y entregarle a su fanaticada otro final con gloria.
Gracias a una fantástica actuación del equipo de Rueda, los nacionalistas volvieron a gritar campeón.
La máquina Verdolaga dictó cátedra en el Atanasio y clavó aún más alto su bandera.
En una noche en que debía confirmar su hegemonía, el verde supo ganar 5 a 1 y entregarle a su fanaticada otro final con gloria.