Este año el conjunto Verdolaga ha venido demostrando buen fútbol en todas las canchas en las que ha competido, no solo en Colombia, también en Sudamérica. A esta muestra de respeto por los rivales y por el balonpie se le agrega algo fundamental: temperamento.
Este año el conjunto Verdolaga ha venido demostrando buen fútbol en todas las canchas en las que ha competido, no solo en Colombia, también en Sudamérica. A esta muestra de respeto por los rivales y por el balonpie se le agrega algo fundamental: temperamento.
Jerarquía, buen fútbol, hambre de gloria y temperamento fueron las bases del triunfo de esta noche frente a Santa Fe, que se vio doblegado por el juego Verdolaga. Con estas cualidades los dirigidos por el profesor Juan Carlos Osorio llenaron de orgullo e ilusión a toda la fanaticada verde que estuvo en el estadio y apoyando desde la distancia.
Ahora se viene Junior, el próximo domingo, en el Atanasio Girardot en el que se espera que con el aliento de toda la afición Verdolaga pueda volver a demostrar buen trato al balón y el temperamento necesario para encaminarse a una nueva final del fútbol colombiano.
