La violencia que golpea sin piedad en estas latitudes se le acercó esta vez al señor Montoya Callejas, pero menos mal se encontró con un hombre fuerte que supo resistir valerosamente semejante afrenta y estar hoy en constante mejoría y con la dignidad en alto como para continuar ejerciendo lo que tan bien hace.
La violencia que golpea sin piedad en estas latitudes se le acercó esta vez al señor Montoya Callejas, pero menos mal se encontró con un hombre fuerte que supo resistir valerosamente semejante afrenta y estar hoy en constante mejoría y con la dignidad en alto como para continuar ejerciendo lo que tan bien hace.
Al periodista, al ser humano, a su familia y a sus seres queridos les decimos que levantamos súplicas al cielo por su recuperación y agradecemos de todos modos que el inconveniente no haya sido de más alto riesgo para el hombre que nos acostumbró a levantarnos hace muchos años con el radio prendido escuchando su programa Buenos Días Deporte.
Foto cortesía: elcolombiano.com