Llegar a la instancia final de un torneo continental es de esfuerzo, entrega, lucha constante y amor puro por la casaca Verdolaga. En el terreno de juego solo se respira ambición, trabajo colaborativo y un sin número de virtudes que hacen de este equipo el bicampeón continental de Colombia.
Llegar a la instancia final de un torneo continental es de esfuerzo, entrega, lucha constante y amor puro por la casaca Verdolaga. En el terreno de juego solo se respira ambición, trabajo colaborativo y un sin número de virtudes que hacen de este equipo el bicampeón continental de Colombia.
Alexander Mejía, Macnelly Torres, Diego Arias, Alejandro Guerra, Sebastián Pérez, Elkin Blanco en el medio campo han dado la posibilidad y la contundencia efectiva y necesaria para llegar al arco contrario y celebrar con euforia, a viva voz los 25 goles que en la Copa Bridgestone Libertadores finalmente se pudieron marcar.
La sumatoria de virtudes compaginadas en un solo objetivo, el respeto hacia el cuerpo técnico y el sueño continental lograron sumar minutos memorables en esta campaña mágica, de otro nivel, que hoy tiene un nuevo rumbo. Japón.
