Por derecha y por izquierda. Por arriba y por abajo. Por el centro y por los costados. De local y de visitante. En el primer tiempo y en el segundo. Ganando, empatando y perdiendo. Con Torres, Medina o Barrientos. Siempre Édgar Zapata confío en su fútbol y demostró que tenía nivel, entrega y fe para triunfar en Nacional.
Por derecha y por izquierda. Por arriba y por abajo. Por el centro y por los costados. De local y de visitante. En el primer tiempo y en el segundo. Ganando, empatando y perdiendo. Con Torres, Medina o Barrientos. Siempre Édgar Zapata confío en su fútbol y demostró que tenía nivel, entrega y fe para triunfar en Nacional.
Los cierres, las coberturas, los escalonamientos, el juego aéreo, la tranquilidad, la experiencia para ubicar a sus dos vecinos novatos en sus lados (Medina y Duque), el liderazgo y la calma, hacen de Zapata uno de los hombres emblema de este Nacional del profesor Escobar.
Y lo visto en el partido anterior ante Tolima en Ibagué en el cual Zapata tuvo un corte en su ceja de 12 puntos y aún así siguió jugando, ¡¡¡Y aún así!!!, le ganó un cabezazo al NBA Hurtado, muestran a las claras la capacidad y pundonor de un hombre que llegó para ganar. Gracias por tanta valentía.